miércoles, 8 de octubre de 2008

LA RECOLECCION DE LA MIES EN LOS PUEBLOS CEREALISTAS POR LOS AÑOS 1.950.

EL ACARREO.


Había que llevar las mieses a la era para someterlas al proceso de separar la paja del grano mediante la trilla y la limpia. Las mieses segadas llegaban a la era por el acarreo que se realizaba en carros tirados por yuntas.
Aunque quedaba, por estos años, alguna muestra del antiguo transporte de mieses mediante burros con angarillas y permanecía, entre las personas mayores, la costumbre de contar por cargas la cosecha que producía una tierra. Una carga era la cantidad fija de ocho haces que podía transportar un burro en los angarillas. Los angarillas estaban formados con un armazón de palos, que se adaptaban a la albarda del burro, de los que salían, lateralmente hacia lo ancho, dos estacones puntiagudos en los que se pinchaban los haces.
En los carros se colocaban, ensamblados en agujeros de cada uno de los dos lados largueros laterales, seis estacas terminadas en punta con unos dos metros de altura.
Se necesitaban dos personas para cargar éstos carros: la una iba colocando en el carro los haces o morenas convenientemente para conseguir un volumen estable y la otra le alcanzaba los haces que recogía del surco con un horcón de acero y mango largo. Se requería habilidad y arte par construir la voluminosa carga de manera que pudiera aguantar, sin caerse, los traqueteos del carro a través de surcos, carriles y atascaderos de los caminos, durante esta época las moscas y tábanos se ensañaban con el ganado, por lo que a las vacas se les ponía unas melenas largas y los niños de la familia se encargaban de espantar de sus cabezas a estos molestos insectos con ramas de árbol o escobas para que no cabecearan y no pusiera en peligro a la persona que estaba en lo alto del carro Una vez que los rastrojos quedaban libres de haces se procedía al espigado, recogiendo las espigas que se habían desprendido y estaban entre los rastrojos.

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