viernes, 30 de marzo de 2007

silencio amoroso

Sin respirar, sin voz, sin movimiento
Nos mirábamos quietos y callados,
Como estatuas de marmol contagiados,
por la quietud solemne del momento.
La tarde declinaba, y hasta la brisa
alegre que pasaba,acariciando las verdes Amopolas,
fué quedandose dormida, para que hableran,
nuestras almas solas.
Y se dijerón quiza sus secretos mas hondos y escondidos,
callo el regato bullidor, la fuente clara.
los pajaros, los Pastores y sonarón mis besos en su cara,
como el rumor de abejas entre flores.-

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